Por nuestras manos han pasado un gran número de revistas como «Nuevo Estilo», «Mi casa», «el Mueble», «Arquitectura y Diseño», «Habitania», etc; Yo particularmente me las he empapado todas, son mi pequeña debilidad, como imagino que os ocurre a muchos de vosotros que como interioristas o amantes de la decoración no podéis evitar dejaros embrujar por cada uno de los ambientes que aparecen en sus páginas.
Los encargados de realizar este embrujo son los estilistas; como es el caso de Cristina Rodríguez Goitia, estilista-deco e interiorista que ha desarrollado su trayectoria profesional colaborando durante mas de 19 años en agencias de publicidad, en el sector privado y en revistas de decoración como las citadas anteriormente. Además, Cristina comparte sus conocimiento en el curso de estilismo audiovisual, a través de Imadde Insenia, junto al fotógrafo Jaime Ferrer, ambos del Estudio Arcota.
En el mundo del interiorismo, como bien dice Cristina Rodríguez “Un elemento esencial es estar al día de las novedades, de los cambios y tendencias y para ello es fundamental el continuo aprendizaje, el investigar y aplicar las últimas novedades decorativas» . Muchas de estas tendencias las podemos seguir a través de estas revistas, por ello si teneis oporunidad de viajar al extranjero este verano, incluirlas en vuestra maleta de vuelta. Os serán de gran ayuda. Como interioristas habréis de seguirlas en vuestros proyectos, o bien ser vosotros los que marquéis tendencia con vuestros diseños.
En el estudio Arcota, se realiza la puesta en escena de lo aprendido en las aulas. Tanto Cristina como Jaime son los encargados de desvelarte los secretos de esa magia que comentábamos. Hay que reconocer, que en un primer momento, al descubrir lo que ocurre tras el telón, sientes un cierto desencanto, como el niño que descubre quien es su Ratoncito Pérez. Aquellas maravillosas casas y mansiones con las que hemos soñado, han resultado no ser tan reales como imaginabamos al descubrir el “montaje y los entresijos” del plató; la mano del estilista es el gran protagonista de tal efecto. Sin embargo, y de inmediato “ese primer chasco” se convierte en fascinación ante el poder de crear y transformar un espacio de la nada, de jugar con la cámara, con las luces y las sombras para producir un efecto y una imagen inigualable. Y digo inigualable, porque cada centímetro que se mueve en la composición creada, varía por completo el efecto deseado en la imagen final.
“Es fundamental trabajar los encuadres y formatos, y aprender a mirar por cámara para conseguir el mejor resultado de nuestro trabajo”.
El cliente del estilista pueden ser las agencias de publicidad y comunicación, la cadena de proveedores, o directamente el propio fabricante del producto. En función de sus necesidades pueden demandar los servicios de un estilista para el rodaje de una película, de una serie o de un anuncio de televisión; o bien para un reportaje fotográfico que podrá ser para editorial o publicidad.
En el siguiente caso el estilista audiovisual fue solicitado para reaizar un catálogo de productos, con el fin de mostrar a su cliente final, las cualidades y detalles de las vajillas que comercializaba.
Esta es la magia de la que os hablo. ¿No os parece mentira, que de esa primera imagen en la que se suceden tantos cambios y pruebas con un tejido u otro, añadiendo y quitando elementos…pueda resultar una imagen tan bella y tan pura como esta?
Tal y como veíamos en las imagenes anteriores, en función de la petición del cliente y del briefing facilitado, se buscará a través de la imagen resaltar el producto final, bien con una silueta, bien con un bodegón o bien con un ambiente. Este ambiente puede ser real o ficticio, en el primer caso se realizan localizaciones de viviendas, de locales u hoteles. En el caso de ser ficticio ser recrean ambientes en el mismo estudio acordes con el objetivo reseñado por el cliente y diseñados con la creatividad del estilista.
Sin lugar a dudas es una profesión fascinante ¿ Y cuál es la receta para ser un buen estilista?
Se requiere de una fina técnica y una nutrida experiencia, combinadas con un exquisito estilo y una dosis de intuición, y por supuesto, mucha, mucha creatividad y dedicación.
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