Del 16 de febrero al 14 de mayo de 2017, en el Museo ICO, calle Zorrilla, 3. Madrid.
La actual exposición del Museo ICO, comisariada por Iñaki Bergera, consigue fundir el mundo tridimensional de la arquitectura con el mundo bidimensional de la fotografía de una forma magnífica, generando una muestra diferente, interesante y amena en la que el visitante descubrirá, sin duda alguna, grandes tesoros arquitectónicos de la época del Movimiento moderno en España.
En este recorrido de 100 imágenes podemos encontrar grandes nombres de la fotografía española como Català-Roca, Lladó, Pando, Férriz, Masats, Jiménez, Maspons-Ubiña, Kindel (Joaquín del Palacio) o Gómez que inmortalizaron la culminación de todo un proceso creativo durante décadas, desde 1925 hasta 1970, de grandes arquitectos como Sert, Aizpurúa, Sáenz de Oiza, de la Sota, Higueras, Fisac o Carvajal.
No sólo se puede disfrutar de unas magníficas imágenes de maquetas, muchas de ellas ya desaparecidas, sino que, además, la exposición recoge todo un compendio de álbumes y hojas de contacto, donde se puede apreciar el trabajo de selección realizado por el fotógrafo; así como ejemplares de las mejores revistas de arquitectura del momento, como A.C. Documentos de Actividad Contemporánea, revista creada y realizada, entre 1931 y 1937, por el GATEPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea); RNA (Revista Nacional de Arquitectura) publicada desde 1941 hasta 1958 o Gran Madrid; también se han incluido maquetas originales de algunas edificaciones y un breve audiovisual, con varios fragmentos documentales, que demuestra como las maquetas eran el instrumento más válido para promocionar nuevas viviendas o mostrar todas esas obras que concursaban soñando ser construidas y revelando la cara de una España moderna, en cuanto a conceptos, pero encorsetada en el pasado, en cuanto a realizaciones.
Todo esto se puede observar en las dos plantas en las que se distribuye la exposición, diseñada por el arquitecto Íñigo Beguiristáin, con la intención de generar en sí misma un concepto de ‘Gran maqueta’. Las obras de la segunda planta están repartidas en pequeños módulos laberínticos, ordenadas por décadas; el problema visual lo plantean unos confusos espejos posicionados de tal manera que, a pesar de crear una cierta ilusión óptica, lo que generan es un mareo continuo para el espectador. Parece que la idea original, partiendo de que tuviera buena intención, no ha sido lograda totalmente. En cualquier caso, altamente recomendable por su contenido y su valor histórico-artístico.
Nuria Muiña Fernández
Interiorista por la Escuela de Arte 4, miembro colegiado del CODDIM. Especializada en Acústica de recintos por la UPM. Licenciada en Historia del Arte por la UAM, especializada en arquitectura y cine. Directora de arte, ha sido responsable de diseño de El País de las Tentaciones, y premiada en múltiples ocasiones por su labor como diseñadora gráfica (Laus de oro, Premio Oro SND al mejor diseño de suplementos y otros setenta premios más). Desarrolla su actividad laboral como docente en los campos de Infoarquitectura e Historia de la Arquitectura y como interiorista, en la reforma y rehabilitación de viviendas.

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